La madrina de Ariadna quiso sorprender con un regalo tan dulce como su querida ahijada a todos los que acompañaron a la pequeña y su familia en un día tan especial para ellos.
¿Nunca os habéis preguntado dónde acaban los detalles de bautizos, bodas y comuniones? Seguro que la mayor parte de ellos en el baúl de los recuerdos o en el contenedor del reciclaje.
Esta idea es original y deliciosa. Os podéis comer la galleta y sacarle una foto para el recuerdo. Cada vez que la veáis, se os hará la boca agua.